viernes, 22 de febrero de 2008

Quito: Quito Moderno

La zona norte de la capital ecuatoriana es un todo un escenario cosmopolita con una variedad de atractivos para que su visita sea completa.  En el valle estrecho y largo que alberga a la ciudad de Quito, una de las más antiguas del continente, también se aloja una urbe que se desarrolla aceleradamente: se abren las avenidas, se construyen nuevos y más variados espacios de recreación, cultura, comercio y servicios. El Quito moderno empieza en los parques de El Ejido y La Alameda hasta extenderse por ese callejón andino hasta el inicio de la carretera que conduce a la Ciudad Mitad del Mundo.

Esa modernidad comenzó forjarse en los años 50 del siglo XX, cuando ya se consolidan los barrios La Mariscal y la avenida Colón deja de ser el límite de la ciudad, se construye el aeropuerto internacional Mariscal Sucre y también se edifica el estadio Olímpico Atahualpa. Para algunos historiadores esto fue lo que ‘jaló’ a la ciudad hacia el norte. Y poco a poco se extendieron hacia el norte las avenidas Seis de Diciembre, Diez de Agosto, Amazonas y Eloy Alfaro, alrededor de las cuales surgieron las grandes urbanizaciones, edificios y espacios para la diversión, como el gran parque La Carolina, que en su momento albergó al hipódromo del mismo nombre.

Y ese sector norte también dividió a la ciudad, entre los años sesenta y setenta, entre el Quito colonial, con todas las entidades públicas, teatros y restaurantes, con el moderno que solo era considerado el espacio para la residencia. Por eso, se dio en llamar a esta zona moderna como la residencial de la capital. Sin embargo, con el ‘boom petrolero’, de los setentas, todo cambia: se acelera la construcción de viviendas, edificios, centros comerciales, locales de diversión y entretenimiento. Y lo que solo era un espacio residencial pasa, hasta el presente, a constituirse en la zona para el ‘boom’ comercial.

En el corazón de ese Quito moderno se encuentran ‘dos pulmones’ para el sano esparcimiento: los parques La Carolina y el Metropolitano. Allí se reúnen los capitalinos para caminar, correr, llevar las mascotas, hacer volar las cometas, hacer todo tipo de ejercicios. Y a estos dos pulmones se les puede añadir un espacio con toda la oferta para el turismo nacional e internacional: La Mariscal, donde no solo se concentran los servicios turísticos sino que reúne a las mansiones del siglo XX que se han ido convirtiendo en hoteles, hostales, restaurantes o locales para la diversión o la gastronomía. El alma de ese barrio capitalino es la Plaza El Quinde: un lugar para el encuentro y el disfrute de todos los apetitos culturales, gastronómicos y de servicios.

Si usted pasea por el Quito moderno, además se encontrará ahora con la oferta más exquisita de artesanías en algunos parques y zonas edificadas exclusivamente para ello. ¡Venga y descubra una urbe contemporánea al pie del volcán Pichincha!

No hay comentarios: